
Resulta que casualmente Raymond Davidson dueño de la Cristaleria Glencairn, siempre fue un ávido y excepcional vidriero, pero además un gran amante y experto catador de whisky. Raymond hace unos doce años se consiguió sentado en un bar pidiendo whisky al barman en una copa de vino, costumbre muy usada por expertos para poder disfruta el aroma y perfecta temperatura para un whisky. En ese momento, comenta, me di cuenta que soy vidriero, y que yo debía hacer algo al respecto.
Doce años después, su hijo y compañero en el negocio de la cristaleria removiendo unas cajas viejas, encontró un extraño vaso y le preguntó, ¿qué es esto?. Fué allí cuando Raymond recordó haber diseñado y creado el vaso y tras disfrutarlo un tiempo, lo engavetó para el futuro.
Raymond comenta: "El vaso fué diseñado con una boca mas delgada para enfocar el aroma, pero dejando suficiente espacio para beberlo cómodamente. Este diseño fue casado con una base cómoda y robusta para poder agarrar el vaso confortablemente y trasferir solo el calor adecuado al líquido, calor que ayuda a romper sus moléculas y liberar el sabor. El vaso, es de cristal puro, sin diseños ni tallados para permitir apreciar el color y cuerpo de la bebida."

Cada vaso se vende por unos US$ 8 dólares y a pesar de haber muchas imitaciones, sigue siendo el preferido del público.
Vía BBC
Vía The Scotch Blog
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